Rumbo.

 Concede te atender disimulado quien eres a conocer al pasivo día de desecho de tiranteces entre tumultos devanados y crecer contando nubes que recortar, clama al calmado desdeñado pacientemente error que ni nimbo ni costumbre saciada al poder reír solo los soldados amantes destinados a unirse comulgando para quererse desconozco tu adiós de tercas piromanías del que habla porque sabe que sentir de otro semejante hacia compartirse, entre iguales, por no sumar alcances en los de más hábitos solo por ser común a su fiel promesa, se pudiera desvanecer al tacto de porcelana, como engaños de sumisos y pasivos escualos en la niebla astil muda la piel perecen las santicas princesas de ascetas durmientes al evocar ganar corazas contra paciencia mundana esa mimada esclavitud digüeñe por doquier fatua fauna órbita saprógena en turbantes insultantes cuando nada cubre hasta lodoñero este encogerse de sus manos las listas a vista de pájaro a no restar la ultima palabra a golpe de cincel, muro y redimirse entre llamas blancas si cuando me añoras nada temo salvo fingir. Colmado de deseo y disimulo un crio al santo grial del mas dócil realiza de mal que ceñir sentir  consiguen mas de lo que continuando hasta negar llegar al nacer, en cada deseo muero y fértil llegas al rumbo cegado del único milagro que mi nombre por doquier abandoné. 

   Desatarse del que no arrastró ni rastro no voz, envuelto en viento, atrás se quiso.