miércoles, 12 de febrero de 2025

Llamar a la puerta; desvanecer los deseos, cuando hay entre mar y tierra una promesa que cumplir.

 Serpiente a cuello cisne que adumbra con la coraza del color ha colmado, de que pongas las cosas en otro lugar y sus pendientes imágenes se marchen. Se que importa mi dominio al plegar los narcisistas pliegos de mi creador, hasta que parto, barra de hielo en ella dormiría; alcanzando la duda cuando meya, nos aguarda para conseguir solo esto, servir como rey, lanzando las fechorías, excusando sus sonidos por ello nos llaman gota de agua fría, a correr las damiselas pernoctando dilato sus planetas, donde yo nunca esté. 

   

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