lunes, 30 de diciembre de 2024

Mordedura de fruto caído.

 A esa paloma de piedra, que te debo la suerte encontrada tras la puerta, porque no crucé la mirada con otra intención que de un morir de protestas, de mellas y crudas penas, saciante guardia que me talló, cuando sentí el ser igual que tú; en la deuda del silencio.  

No hay comentarios:

Publicar un comentario